El corazón es un órgano fundamental, responsable de bombear sangre a todos los rincones del cuerpo. Por ello, es impredecible para la vida y tenemos que esforzarnos en cuidarlo, pero realmente, ¿conoces cómo prevenir las enfermedades cardiovasculares? Hoy te explicaremos cómo hacerlo. Sigue leyendo y ¡cuida tu corazón, cuida tu vida!
El correcto consumo de grasas
Solemos pensar que reducir el consumo de grasas es una solución correcta. Sin embargo, no todas son iguales, y es importante saber diferenciarlas, pues existen algunas sin las cuales no podemos vivir y son vitales para nuestro cuerpo. Estas grasas nos aportan energía en forma de reservas y protegen órganos como los riñones. Así, que el asegurar el correcto aporte a través de los alimentos, es muy importante.
Pero, ¿cuáles son esos alimentos que son perjudiciales y cuáles nos ayudan? Por un lado, tenemos grasas que cuando se consumen en exceso nos hacen daño, y se encuentran en alimentos como los precocinados, comida rápida, snacks, embutidos, carnes rojas, mantequillas y margarinas. Lo ideal sería consumirlos máximo de dos a tres veces por semana.
Mientras que nuestro organismo requerirá de otro tipo de grasas como las monoinsaturadas y poliinsaturadas. Las cuales se encuentran en los frutos secos, productos de soya, aceite de oliva, aceite de maní, aceite de canola, aguacates, atún blanco y salmón.
¿Qué sucede con el colesterol?
A pesar de que el colesterol es una grasa saturada, lo requerimos en cantidades adecuadas porque ayuda al cuerpo a sintetizar hormonas y vitamina D, a formar la bilis, etc. Pero, cuando lo encontramos en exceso en nuestro organismo representa un gran riesgo, ya que puede obstruir las paredes de las arterias e incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares. La cantidad ideal de colesterol no debe superar los 200mg por decilitro de sangre, y esto lo podemos determinar a través de pruebas de sangre realizadas en laboratorios especializados.
Para controlarlo lo recomendable es realizarnos exámenes de sangre periódicos, seguir una dieta equilibrada, evitar el tabaco y hábitos tóxicos, y hacer ejercicio físico de forma regular.
Además, podemos complementar nuestra alimentación con LECITINA DE SOJA DE ANA MARÍA LA JUSTCIA, un cardioprotector que aporta al organismo nutrientes necesarios para favorecer a la flexibilidad de las arterias y disolución de las grasas, esterifica el colesterol y lo conduce hacia el hígado; manteniendo saludable al corazón, los vasos sanguíneos y reduce los niveles de colesterol.
¿Cómo nos ayuda el deporte?
Recordemos que el movimiento activa el corazón, por lo tanto, el ejercicio se debe convertir en uno de nuestros principales hábitos. Lo recomendable es practicar una actividad física aeróbica durante 40 minutos al día, como caminar, trotar, montar bicicleta, nadar, etc. Además, incluir de tres a cuatro sesiones de tonificación a la semana. Esto también nos ayudará a mejorar el estrés, que es otro de los factores de riesgo cardiovascular.